Como cada año, ‘el Bernat’ o ‘Fra Bernat’ se expone en la Parroquía de Sant Francesc de Maó, Menorca. La figura, que ha ido cambiando con el paso del tiempo, adaptándose a los gustos y los materiales de las épocas además de a las circunstancias históricas que le ha tocado vivir, cuenta con una pequeña hornacina giratoria desde donde sujeta un pequeño plato metálico donde situar la donación. A cambio de ésta, y tras girar y ocultarse durante unos segundos, ‘el Bernat’ ofrece chucherías y pequeños regalos, siempre en un valor aproximado a lo donado. Este auténtico ejemplo de mecanismo de reciprodicidad se lleva a cabo, tradionalmente, entre principios de diciembre y la primera semana de enero. Su origen, vinculado a la presencia del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, o Hermanos de la Salle, se remonta a hace unas décadas cuando esta congregación recaló en la isla de Menorca. Desde entonces, en principio situado en las propias instalaciones de La Salle y, posteriormente, en las de Sant Francesc, ha estado funcionando, con más o menos intensidad y éxito, siendo gestionado por el que es, además, su público principal: los niños y niñas de Maó. Sin embargo, la disminución, tanto del protagonismo de la infancia en la calle durante los días de Navidad, como la secularización de la propia capital menorquina, ha ido difuminando su relevancia a lo largo de los últimos años. El trabajo que aquí se presenta realiza un recorrido histórico por el origen de esta actividad dentro de la fiesta de Navidad, además de problematizar la desaparición de la infancia como protagonista indiscutible de las fiestas en el espacio público de la ciudad.