A través del estudio de la movilidad cotidiana de las personas en situación de sin hogar (PSSH) a partir de factores de motivación de la misma como: lugares donde cubrir necesidades alimentarias, higiénicas, de relaciones sociales, de asistencia social y de actividad laboral / económica se han realizado entrevistas y trabajo etnográfico con personas en situación de calle. A partir del mapeo de la movilidad descrita en las entrevistas, en combinación con el análisis del trabajo etnográfico realizado, se concluye que la relación entre (in)movilidad y movilidad, así como hasta qué punto la ausencia general de capacidad de negociación de las personas en situación de calle condiciona su movilidad y las circunscribe a espacios acotados y definidos por sus expectativas de supervivencia.
Los hallazgos apoyan resultados de investigaciones anteriores, que apuntan a que las PSSH tienen expectativas de vida de 20 a 35 años por debajo de la media de la población general y evidencian hasta qué punto es imposible poder gestionar los apoyos y cuidados imprescindibles para la superviviencia, tanto los que son fruto del autocuidado como de la provisión de apoyos de terceros, sin la disponibilidad de una vivienda. Se evidencia así hasta que punto el derecho al cuidado y el derecho a la vivienda se configuran mutuamente, en línea a la tesis de la relatora por el derecho a una vivienda digna de Naciones Unidas, Leilani Farha, según la cual el incumplimiento del derecho a la vivienda, implica directamente el no reconocimiento del derecho a la vida.
La comunicación se apoya en dos trabajos de campos ya finalizados y con publicaciones realizadas, a partir del estudio de los formatos de movilidad e inmovilidad de las personas en situación de sinhogar (PSSH) en la ciudad de Barcelona.