Esta ponencia1 presenta una reflexión sobre cómo se produce conocimiento antropológico, poniendo en contexto la importancia del trabajo de campo como un desplazamiento ontológico (existencial), que en palabras del antropólogo argentino Pablo Wright (2008) considera que “la idea principal es detectar la liminalidad creada/producida en nuestros cuerpos por el movimiento y su relación con los sitios etnográficos” (p.47). Es decir, a partir de mi propia experiencia cotidiana como sujeto-etnografx con los miembros de las comunidades mapuche Nahuelñir pude indagar la centralidad de la relación del pueblo mapuche con los árboles y cómo estos seres no humanos al ser afectados a partir de los procesos de deforestación en el que las “empresas forestales” son señaladas como los responsables de enfermedades, y catástrofes naturales impiden o afectan a la coetaneidad de la vida mapuche en los procesos de conexión en(tre) los diferentes mundos. Es aquí que me pregunto: ¿Qué relación tienen los árboles en la vida cotidiana del mundo mapuche? Asimismo, en los trabajos del antropólogo Eduardo Kohn, en su libro “Cómo piensan los bosques” (2021) nos permite reflexionar que “esta clase de encuentros con otros tipos de seres nos fuerzan a reconocer el hecho de que ver, representar y, tal vez, saber, y aún pensar, no son asuntos exclusivamente humanos” (p.2). Es decir, se trata de dejar que el bosque se piense a través de nosotros.
Para este caso de análisis, retomo los conocimientos locales de una abuela mapuche sobre la relación de los árboles como un espíritu protector de las comunidades mapuche y qué sucede en el caso de ser afectados por el wingka (no indígena, blanco). En este sentido, se profundiza la relación del pewen (Araucaria) con dos conceptos clave mapuche: el Tuwun, que hace referencia al lugar de nacimiento en el territorio, también significa “brotar”, “lo que brota”, “lo que se regenera” y kupalme, que hace referencia a los ancestros y sus modos de comunicación a través de las kuymi, señales (nevadas, remolinos, vientos, tormentas, enfermedades). En este contexto, tomo de ejemplo etnográfico, el relato de la ñaña (abuela mapuche) que señala que a partir de la tala de la Araucaria que se encontraba en el territorio comunitario, se vieron afectados una serie de seres no humanos y humanos, desvinculando la relación de sociabilidad espiritual mapuche que devino en consecuencias negativas trayendo consigo enfermedades al territorio, como es el caso de la “crecida del río” y la enfermedad del “mayor de la comunidad”. El Árbol del Pewen, al ser talado, incide en los diferentes mundos que habitan los mapuches, en especial, cuando está sembrado “el árbol en complementariedad con la placenta de la persona al momento de su nacimiento”. Ceremonia conocida como Tuwun. Este caso etnográfico genero una serie de problemáticas socioambientales y ontológicas en la Provincia de Río Negro, Argentina. A partir de la tala del árbol sagrado, se desvincula la fuerza del espíritu de la persona lo que incide que su “espíritu” deambule en el mundo de los vivos. Seguidamente, la ñaña me comento algunos de sus saberes y experiencias que fueron motivo de reflexión sobre las prácticas territoriales que vinculan a las personas con el árbol y las incidencias que tiene cuando profanan un ser o ngen sagrado para el mundo mapuche. Después dijo algo muy interesante: “Cuando profanan al pewenu donde la gente tiene sembrado su ombligo, su cordón umbilical, que le llamamos tuwun, es probable que le suceda una desgracia, te das cuenta, tal como es arriba, es abajo. El árbol está en todos los mundos, igual que nosotros los che (personas)”.
Bajo estas coordenadas, podemos visualizar las problemáticas que existen entre la forma de concebir el mundo de manera utilitarista profundizando el binomio Naturaleza/Cultura de parte de la empresa forestal y como el Estado argentino, concede los permisos de deforestación a pesar que los territorios mapuche estén reguardados por la Ley Integral Indígena 2287/88. Asimismo es importante considerar la inmersión de la discusión de que la formación de comunidades “no es de exclusividad del humano” (Blaser, 2009). Al realizar trabajo de campo, sin duda, estaba en “una nueva trama de existencia” (Wright, 2005, p.57) y comprendiendo que “cualquier mirada al espacio como dimensión de la existencia implica, entre otras cosas, reflexiones sobre ontología, cosmología, política, y pragmática” (Wright, 1995, p.192). Siguiendo a las antropólogas argentinas, Ana Ramos y Lorena Cañuqueo (2018) señalan que el ser mapuche “presupone la naturaleza agentiva de la tierra ancestral que sigue moldeando las trayectorias en marcha de una persona. Tener un tuwun implica una predisposición a actuar en relación con las fuerzas que lo formaron en el territorio” (p.34). A partir del relato de ñaña y la tala del árbol del pewen, devino en una inundación en el territorio de la comunidad afectando a sus modos de vida y teniendo que abandonar su lugar de procedencia territorial. Es aquí una nota de una conversación la abuela mapuche:
“Todo tiene relación, las viviendas están intrincadas en el paisaje y con ellas, los árboles, las huertas, los animales domésticos, el ganado, los pájaros y plantas, además de antiguos cementerios. Allí se acumulan las pisadas de generaciones y generaciones de seres humanos que oraron a las aguas y conversaron con difuntos cuyos recuerdos se anclaron en los árboles. Al cortar el pewenu, trajo una serie de afectaciones al territorio, entonces, devino el mal vivir por el wekufe, el espíritu maligno”. (Vargas Inostroza, 2023)
Para finalizar, el caso etnográfico que hace a la ponencia de resituar a los bosques, se vincula en su complementariedad al debate sobre conflictos socioambientales, ontológicos y epistemológicos. En ese tenor (me) pregunto: ¿qué factores externos al mundo mapuche inciden en “desconectar” la comunicación entre las personas y sus divinidades que afectan al ser en comunidad? ¿Qué seres inciden en la formación de comunidades? ¿De qué tipo de mundos y seres me habló la mayor mapuche? ¿Cómo se puede reflexionar una política moderna desde una política relaciónal indígena que incida a repensar el antropoceno?
