En un contexto global de múltiples crisis (Escobar, 2014), en diversos ámbitos académicos han emergido reflexiones relativas a la complejidad de los espacios habitados por pueblos indígenas, tribales, afrodescendientes y tradicionales (Madrigal et al, 2016), surgiendo nociones como las de etnoterritorio (Barabás, 2008), paisajes sagrados (Verschuuren et al, 2010; Wild y McLeod, 2008), derechos de la naturaleza (Acosta, 2011; Gudynas, 2011) y la relación del paisaje con las nociones de persona y la agencialidad de entidades no humanas y más-que humanas (Descola, 2001).
En varios países de Abya Yala una creciente intelectualidad indígena aboga por la co-creación de alternativas que, desde herramientas como la etnografía colaborativa, la educación popular y la investigación acción participativa, tomen como base los diálogos de saberes para crear teoría y conocimiento desde visiones descolonizadoras, críticas y acordes con las cosmovisiones locales.
En este sentido y tomando como base la experiencia de co-investigación en los últimos diez años de trabajo con especialistas rituales calendáricos (ajq’ijab) Kaqchikel, K’iche’ y Mam en Guatemala, planteamos la co-creación de una propuesta metodológica que permita la “traducción” y creación de espacios agenciales para las entidades que pueblan los territorios, de acuerdo con los principios de la Cosmovisión Maya. Más que un mero ejercicio intelectual, la intención es sistematizar herramientas para la inclusión de estas voces (de suyo, negadas en contextos occidentales, cientificistas y hegemónicos) en espacios de toma de desiciones, contando con la mediación académica como enlace inter-epistémicos en un reconocimiento del compromiso político que, como investigadores/as tenemos en la defensa y reivindicación de los derechos indígenas, campesinos, tradicionales y afrodescendientes.