La presente ponencia tiene como objetivo explorar el “mundo social” de los recolectores de objetos que son desechados y considerados basura a partir de uno de sus protagonistas. Nuestro interés radica en conocer, por un lado, cómo operan estas personas: qué cosas recolectan, cómo lo hacen y dónde, qué estrategias y logística emplean, así como la nueva finalidad que otorgan a esas cosas; y, por otro, describir la puesta en escena de la venta de esos objetos: qué canales utilizan, qué valor socioeconómico les atribuyen y cómo negocian su venta.
Para su análisis, nos hemos inclinado por la noción de “mundo social” del etnógrafo Howard Becker. Por ella entendemos el conjunto de personas que comparten una actividad común, una perspectiva y un conjunto de convenciones; o, dicho de otro modo, unas reglas implícitas y explícitas, unas jerarquías, unas formas de interacción y de ver al mundo.
En cuanto a lo metodológico, hemos optado por una suerte de “dietario etnográfico” en el que un recolector en activo, y residente en la Costa del Sol, ha ido plasmando por escrito toda su vida como espigador. Un ejercicio asistido por mi parte en la doble condición de antropólogo y, también, de amigo personal. Por último, debemos reconocer que esta propuesta metodológica, al igual que la propia investigación y sus resultados se encuentran todavía en curso y, por tanto, en examen.