Los residuos son materiales eminentemente ambiguos, no siempre y por todos clasificados como “basura”, sino también como recurso y potencial objeto de revalorización. Esa ambigüedad es especialmente agudo en los RAEE (Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos), ya que los AEE (aparatos eléctricos y electrónicos) son productos multimateriales, algunas partes y sustancias son peligrosas, mientras que otras son metales, metales preciosos y “raros”. Esta condición material heterogénea ha dado lugar a una ambigüedad clasificatoria entre “peligro” y “recurso” (Kama 2015) o “vertido” y “minería urbana” (Rams 2020), lo que ha informado los marcos políticos europeos del tratamiento de los RAEE (EC 2020: 2; EC 2015).
Ahora bien, si analizamos toda la cadena de reciclaje desde los inicios informales hasta las plantas de transferencia y tratamiento, no todos los equipos desechados por ser antiguos o rotos ni siquiera son categorizados como RAEE. Más bien, oscilan entre diferentes clasificaciones, siendo el cambio de estatus económico-legal entre RAEE y chatarra el más importante, según los hallazgos preliminares de nuestro proyecto, para entender los precios que se están pagando según el eslabón en la cadena.
Esta ponencia se basa en un trabajo de campo en curso desde marzo del 2025 en el área metropolitano de Barcelona sobre el reciclaje y re-uso de los RAEE y AEE antiguos, especialmente los equipos de TIC. Tiene como objetivo entender los precios realizados a lo largo de la cadena para entender no solamente las desigualdades socioeconómicas profundas entre los actores involucrados, sino también los “dispositivos del mercado” (Askese 2014; Callon y Çalişkan 2010; Çalişkan 2010) que clasifican y canalizan, cualifican y valoran equipos enteros y componentes. Estos forman parte de relaciones de poder preexistentes y, potencialmente, agravan las brechas socioeconómicas.