A nivel urbano, el capital actúa de numerosas y diversas maneras. Tal y como sugiriera el geógrafo británico David Harvey en su ya clásico The limits to capital (1982), una de ellas es el crecimiento espacial, es decir, la ampliación de su ámbito territorial de actuación. Si bien, durante las décadas de los 60, 70 y 80, gran parte de las capitales europeas vieron como se adaptaba a su singular naturaleza el modelo norteamericano de expansión suburbial, la lógica siguiente, una vez producida la vuelta al centro de las ciudades descrita por autores como Neil Smith en La nueva frontera urbana. Ciudad revanchista y gentrificación (2012), se centró en la renovación y reforma del interior de urbes ya consolidadas. Hoy en día, no obstante, podemos ver cómo ambos procesos se dan de forma simultánea: por un lado, un crecimiento urbano hacia el exterior, generando dinámicas de metropolización en determinados emplazamientos (Cuadrado, 2016) y, por otro, aquello que el antropólogo Jaume Franquesa (2007) denominara vaciar y llenar, centrado de forma fundamental en el interior de las ciudades, con resultados como la gentrificación y turistificación de estos lugares. A esto habría que sumar la multiplicación de estas dinámicas en casi totalidad del planeta (Lees et al, 2016), de forma que ya casi no queda rincón del globo que escape del urbanismo neoliberal. Ahora bien, para que esto ocurra es necesario, además, disponer de sistemas de control, normativo o ideológico, que faciliten e, incluso, actúen a veces como lubricantes del proceso.
Además, ya sea por la dilución de las periferias en estas nuevas dinámicas o por la competencia que las mismas llevan a cabo con las metrópolis de las que dependen (Rojas et al, 2024), no se puede negar que las mismas se han mostrado como un oscuro objeto de deseo para un capital en busca siempre de multiplicar sus tasas de rendimiento. Conocidos son los casos, por ejemplo, de L’Hopitalet de Llobregat, en relación con Barcelona, y sus proyectos de transformación urbana vinculados al turismo y la celebración de congresos y la tecnología bio-sanitaria, los cuales necesitan, para una correcta articulación, de la puesta en marcha de dispositivos de control social que limiten la capacidad de acción de determinados colectivos (Íbid.), pero también, los Planes de Actuación Urbanística (PAUs) de Madrid, que articulan una ciudad extendida, infra-equipada y poco desarrollada a nivel de infraestructuras, con una apuesta firme por el vehículo privado y la sociabilidad de interior de manzana que incorporan su propia ideología de clase media (Gutiérrez, 2023), por citar un par de casos dentro del territorio español.
La finalidad, por tanto, del presente simposio es mostrar las múltiples formas en que el urbanismo neoliberal produce sus periferias. Si bien las periferias son tradicionalmente representadas como espacios demarcados territorialmente y dependientes de centros metropolitanos, se busca a ampliar la noción de periferia como un concepto heurístico que articula la aspiración del capital por un lado, como la especulación inmobiliaria y la revitalización urbana, y la relegación urbana por el otro, a través de procesos de estigmatización territorial y de/marcaciones urbanas (Wacquant, 2009, Lundsteen, 2023). Este simposio valora aportaciones empíricas que examinan la variedad de estrategias de control y ordenación social que aseguran el correcto funcionamiento de la circulación y fijación del capital, ya sea en forma de normativas y regulaciones, inversiones físicas y disposiciones urbanísticas como programas de integración socio-cultural y dispositivos securitarios. Así mismo, se valoran contribuciones que no sólo entienden las periferias como objetos de regulación pero también como sujetos de contestación y de transformación social. Se invita aportaciones etnográficas y cualitativas que ilustran las diversas manifestaciones en que, desde las periferias, se revierten dichas estrategias de control y donde se construyen formas de repensar y habitar la ciudad.