El budismo tibetano, la neurociencia de la meditación y la epigenética desde la etnografía clásica y la autoetnografía.

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TítuloEl budismo tibetano, la neurociencia de la meditación y la epigenética desde la etnografía clásica y la autoetnografía.
Abstract

Esta comunicación está basada en la investigación que estoy realizando con motivo de mi doctorado. Éste es acerca del budismo tibetano en nuestro territorio cultural. Y, concretamente en el análisis de sus tecnologías mentales y rituales. Mi objeto de análisis es el complejo budista tibetano Dag Shang Kagyü en Panillo, Huesca, un complejo budista con más de cuarenta años de historia y el que tiene, en la actualidad, más actividad a nivel nacional. Mi acercamiento es desde la etnografía clásica y la autoetnografía, pues considero relevante poder realizar en primera persona las tecnologías mentales que suponen su éxito y expansión.
El budismo, es una religión que podemos denominar atea, pues no presupone ningún ente superior al que adorar o tener fe, ni otros dogmas que seguir. La única condición que un budista asume en el momento de hacerse budista, es a realizar práctica diaria de meditación, pues es la manera en que, según las enseñanzas del Despierto, el personaje histórico Siddhartha Gautama, un ser humano puede liberarse del sufrimiento y la ignorancia que genera a éste. (Pániker, 2018). De hecho, ellos mismos, según una de mis informantes, lejos de definirlo como religión lo definen como “la ciencia de la mente”. La meditación, denominada en Occidente hace décadas mindfullnes, atención plena, fue una forma de traducción literal de sati, la palabra empleada en los textos conservados del budismo primigenio, el Canon Pali o Tripitaka. No es de extrañar entonces, que, dada la expansión que esta práctica, inherente al budismo (y a otras prácticas soteriológicas procedentes del subcontinente indio), y su integración en la vida cotidiana de los individuos de nuestra sociedad, se halla generado hace décadas, una asociación entre esta religión y una nueva disciplina científica, la neurociencia, para poder dar explicaciones necesarias a la racionalidad occidental, y su cientifismo, acerca del funcionamiento y del éxito de estas corrientes religiosas, que, lo único que proponen como base, es que entrenes tu mente. Eso sí, con una metodología milenaria, que, promete, según sus testimonios históricos y textos, además de proporcionarte un estado de calma y ecuanimidad, más que apetecible para el individuo estresado de nuestra sociedad líquida. (Bauman, 2000). Una futura experiencia trascendente que, a través de tu biología, y solo de ésta, te permita comprender y experimentar otra forma de entenderte y, en consecuencia, de estar y vivir; algo que también atrae al secularizado pero intrínsecamente religioso individuo occidental. (Beck, 2008; Griera, 2014). Y, todo esto, es lo que hoy en día prueba de forma científica la neurociencia de la meditación.
La neurociencia de la meditación es entonces la explicación científica y la confluencia de ciencia y religión budista. Autores como, Kabat-Zinn y Davidson (2013), Goleman y Davidson (2017), Castellanos (2022), Ricard y Singer (2018), dan testimonio de esta confluencia, que, incluso implica la también la también novedosa epigenética, ampliando el estudio desde el ámbito científico del efecto de la meditación y el entorno que se genera a través de ésta en los genes. (Kaliman, 2017).
Las tecnologías mentales empleadas por los budistas tibetanos, siempre con base en la meditación, sofistican estas técnicas de una forma sustancial, creando efectos en la mente humana también exponenciales. En el budismo tibetano, de forma progresiva, se van asumiendo estadios dentro de la práctica meditativa, que van de la calma mental o sámatha, a la visión profunda o vipássana, y al yidam. Concretamente, la práctica del yidam, supone también añadir al estado meditativo conceptos de tipo científico como el de arquetipo, (Jung, 2009 [1970]), que permiten al usuario trabajar aspectos de su personalidad, incluso de forma terapéutica, y, que se están trasladando hasta el estudio académico en la disciplina psicológica en la actualidad.

REFERENCIAS
Bauman, Zygmund. (2000). Modernidad líquida. Fondo de cultura económica.
Beck, Ulrich. (2008). El Dios personal. Paidós.
Castellanos, Nazareth. (2022). El espejo del cerebro. La huerta grande.
Goleman, Daniel y Davidson, Richard. (2017). Los beneficios de la meditación. La ciencia demuestra cómo la meditación cambia la mente, el cerebro y el cuerpo. Kairós.
Griera, Mar. (2014). ¿Més enllà del «mite de la secularització»: efervescència espiritual, identitats religioses i experiències transcendents. Enrahonar. Quaderns de Filosofia (52), pp 43-65.
Kabat-Zinn, Jon y Davidson, Richard, J. (2013). El poder curativo de la meditación. Diálogos científicos con el Dalái Lama. Kairós.
Kaliman, Perla. (2017). La ciencia de la meditación. De la mente a los genes. Kairós.
Jung, C.G. (2009[1970]). Arquetipos e inconsciente colectivo. Paidós.
Mattieu, Ricard. y Singer, Wolf. (2018). Cerebro y meditación. Diálogo entre el budismo y las neurociencias. Kairós.
Pániker, Agustín. (2018). Las Tres Joyas. El Buda, su enseñanza y la comunidad. Kairós.

Autors
Nom i Cognom Institució Correu electrònic
Maria José Alarcón Mateo Universitat Rovira i Virgili alarconmateomariajantropologia@gmail.com